Las travesuras de mi esposo, me hacen sentir un hormigueo en mi cuerpo, mientras intento alejar al pequeño que se aferra a este. Sin embargo, un movimiento, hace que él se espante y yo respiro profundo al saber que todo va a ser complicado con Asher.
Una idea pasa por mi mente antes que Alessandro me haga perder la razón y de inmediato, lo alejo de mí, para que la idea no desaparezca con su contacto.
— Trae el vestido que me quité y colócalo en una almohada, por favor.
— ¿Por qué?
— ¿Quieres que Asher me deje ir? Necesito que siga sintiendo mi olor. — comento y él asiente de inmediato.
Acatando mis ordenes, colocamos la carnada que nos ayuda a liberarnos de Asher. Por lo que, me levanto de la cama y antes que mi esposo y prometido me ataque, lo llevo al baño donde me preparo para el ataque de Alessandro y todos los orgasmos que mi esposo puede darme.
Los gemidos son acallados por el agua que se mezcla con nuestros fluidos. Mis piernas tiemblan en el tercer orgasmo y Alessandro lo ca