Días después
Había llegado a mi limite, era bastante molesto ser siempre vigilada por otros. Por lo que, había tomado distancia de Aless. Aunque habíamos llegado al acuerdo de no contratar enfermeros, contraté a uno mientras regresaba a mi trabajo, o más bien, buscaba un nuevo bufete en el que hacer las prácticas.
Desde ese día, había tomado distancia de todos. No estoy para juegos absurdos de afrodisíaco y tentaciones que no deseo experimentar. Por lo que, me la pasé buscando un trabajo. Aunque, siempre termino regresando al bufete por trabajo que debo hacer.
— Esto no va a durar mucho — murmuro cuando por décima vez, llega un mensaje de Alessandro pidiendo que hablemos.
El cansancio me invade mientras termino de leer un caso, es allí, cuando tocan a mi puerta y yo permito el acceso, mientras limpio un poco mi escritorio. Lo único bueno de hacer tantas cosas es que cuando llegas a casa, no tienes más energía que jugar con tu hijo e ignorar el problema con tu pareja.
— Abogada Morga