La tela que vestía y su cabello perfectamente peinado hacían que Camila luciera adorable. Su sonrisa era cálida cuando pronunció su nombre:
—Dereck.
Dereck se levantó de su asiento y caminó hacia ella lentamente.
—Camila —respondió.
Ella bajó la mirada, sonrojada, y Dereck la abrazó. Ella correspond