—Paola, estoy tan feliz de verte —dijo Elizabeth con voz débil.
—Suegra, no sabía que tu enfermedad había empeorado tanto... Lo siento mucho —respondió Paola, conmovida al ver el estado frágil de la mujer.
—No te preocupes, hija. Estoy feliz de que estés aquí. Dereck me contó que descubrió la verdad