Dereck repasó con Irvin todo lo ocurrido en las últimas cuarenta y ocho horas y, finalmente, declaró:

—Necesito recuperar mi posición como Dios de la Guerra ahora.

—Por supuesto, jefe. Todo el mundo clandestino ha estado esperando que tomes el mando—, respondió Irvin. Luego, frunciendo el ceño, agre