—¿Lo quieres?— Martha levantó la cara hacia él y preguntó.
—Sí, lo haré—, respondió Dereck con voz firme.
—¿Es una promesa?— insistió Martha.
Dereck vaciló por un instante antes de responder:
—Sí, es una promesa. Nunca pienses en abortar al niño, ¿de acuerdo?
Martha asintió lentamente. Dereck la ace