El alcalde se puso de pie y pidió: —Nathalia, déjame ver. —Nathalia le entregó el teléfono y él lo leyó: —Seré yo quien confirme la autenticidad del patrimonio de este hombre según nuestra cultura. Inmediatamente convocaré una reunión del consejo y les daré su opinión.
—Está bien, hazlo de inmediato