Hades Kana.
Escucho un chillido haciendo que mire por donde había entrado Hali, era la primera vez que visitaba su apartamento, posiblemente la última porque me la llevaba a mi mansión, al parecer no me bastaba con verla 12 horas, sino que la quiero ver 24 horas y estar más al tanto ahora de mi hijo, sabiendo que será un niño con el nombre de “Darien”, ya me tenía a la idea ese nombre y con ese se va a quedar.
Mi pequeño heredero Darien Kana.
El solo juntarlo con mi apellido, queda perfecto. Al menos no tendría nombre de algún Dios griego como mis hermanos.
— ¡Es un niño, es un niño, Eli, ahora págame la apuesta! — escucho que grita la castaña que sale del cuarto, el chico la mira y niega sacando su billetera para pagarle por ganar la apuesta, algo que me parece gracioso.
Me acerco a la habitación y veo que es como entrar a un bosque de hadas, tiene muchas cosas, todo tienen alguna figura extraña y colorida, un cuadro grande con fotos de Darien que me gustaría llevar.
— Mañana llamare