Capítulo 33
Sin embargo, cuando se encontraban de nuevo, Mariana simplemente lo saludaba con una brillante sonrisa y un «¡Walter!», como si nada hubiera pasado.

La mera idea hacía que el corazón de Walter se retorciera como si estuviera siendo devorado por hormigas, lo que lo dejaba inquieto.

—Oye, ¿crees que si la señorita Chávez y Serafín se comprometen, me invitarán a su boda? —Jacob se tocó la barbilla, mostrando una expresión desafiante mientras bromeaba— Recuerdo que cuando ustedes dos se casaron, ¡ni siquiera me nombraste padrino! Ahora que lo pienso, ella realmente fue patética. Se casó contigo, pero ni siquiera tuvo una boda.

Walter ya estaba agitado, con la mente hecha un lío, y la voz zumbante de Jacob como una mosca sólo lo irritaba aún más. Entonces, agarró su saco de la chaqueta y se marchó directamente.

Jacob se dio cuenta y gritó: —¡Oye, ¿a dónde vas?!

Sin hacerle caso, Walter salió del bar a grandes zancadas.

En ese momento, Simón estaba esperando en el auto, tratando de manejar
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo