Jimena se quedó atónita, intentando agarrar el brazo de Walter, pero no lo consiguió.
Mariana observaba tranquilamente los movimientos de Walter.
Él se sacudió la ropa y lanzó una mirada casual a Mariana.
—Eduardo —llamó Walter mientras Eduardo se acercaba.
Eduardo asintió y se colocó frente a Jimena.
—Jimena todavía está enferma, llévala de vuelta al hospital. Aquí hay demasiada gente y podría suceder algo. —La voz de Walter era sombría, dejando claras sus instrucciones.
Jimena miró a Walter y luego dirigió su mirada hacia Mariana, quien conversaba con Yolanda.
Jimena apretó los labios, visiblemente molesta, y señaló a Mariana a lo lejos, preguntando: —¿Me estás echando porque ella está aquí?
—No. —Respondió Walter con frialdad.
Jimena sonrió, con los ojos llenos de lágrimas mientras preguntaba: —Walter, ¿lo dices sinceramente, desde el fondo de tu corazón?
Walter frunció el ceño: —Jimena, sé buena y haz caso.
Jimena soltó una risa amarga. Fijó la mirada en Walter, las lágrimas empeza