Era un gran personaje en Yacuanagua, y ahora estaba tan obediente haciéndole de asistente a Yolanda. Realmente era algo curioso.
Yolanda lo miró varias veces; Jacob estaba hablando con la gente afuera.
—Ella tiene que filmar más tarde, así que esperen a que termine para tomarse fotos con ella —dijo Jacob, preocupado de que Yolanda se distrajera firmando autógrafos y posando para fotos, y perdiera el enfoque.
Jacob se recargó contra la pared, deseando encender un cigarro. Al buscar en su bolsillo, notó que no había nadie fumando allí, así que miró a Yolanda.
Justo en ese momento, Yolanda levantó la vista y vio que Jacob iba a fumar.
El director fue el primero en hablar. —Señor Díaz, quizás no lo sepa, pero a Yoli no le gusta que se fume. Todos nosotros evitamos fumar frente a ella.
Jacob se detuvo y luego sonrió mientras se acariciaba el bolsillo.
—No fumaré, solo quiero sacar el celular —dijo, sacando su teléfono del bolsillo.
Yolanda no dijo nada, continuando su conversación con el di