—¿Por qué no puedes simplemente disfrutar de la competencia y actúas como un animal en celo? ¡Realmente me preocupas! —se quejó Jacob sin parar.
Walter lo miró significativamente. Cuando sus miradas se cruzaron, Jacob cerró la boca. Walter claramente estaba a punto de golpear a alguien.
Jacob se rio.
—Chismoso.
—Ay, hemos crecido juntos. No es el primer día que me conoces. Solo me gusta hablar —dijo Jacob, acercándose y apoyando una mano en el hombro de Walter mientras bostezaba lánguidamente.
La competencia en el campo era intensa, y sin darse cuenta, ya se habían completado varias vueltas.
Walter miró la pantalla grande; aún quedaba el torneo de defensa. Eso significaba que Misteriosa 7 aún no había salido a competir.
¡Ding! Su teléfono sonó de repente. Walter sacó su teléfono; era su abuela. Se dio la vuelta para contestar la llamada.
—¿Todavía no has descansado a estas horas? —preguntó su abuela con preocupación.
—Abuela, no tengo planes para esta noche. Estoy fuera con Jacob viend