CAPÍTULO NUEVE
DIMITRI
Está teniendo una pesadilla, puedo notarlo. Sus extremidades se sacuden como si intentara escapar de alguien. Pequeños quejidos escapan de sus labios, y eso hace algo extraño en mi cerebro. Justo cuando estoy a punto de tocarla, se sobresalta, respirando agitadamente. Se incorpora de golpe y apoya una mano sobre su corazón acelerado, tan fuerte que puedo oírlo.
Me pregunto si latiría más fuerte si supiera que estoy justo detrás de ella. Extiendo la mano y deslizo mis dedos suavemente por su cabello, tan delicadamente que no lo siente. Es una criatura tan pequeña… y sin embargo alberga tanto dolor… tanta rabia.
—¿No puedes dormir, avecilla? Me pregunto con qué sueñas —murmuro detrás de ella.
Su cabeza gira bruscamente y sus ojos oscuros se agrandan al encontrarme sentado justo detrás. Puedo ver el pánico recorriéndola mientras busca con la mirada algo con qué defenderse. Riendo, me lanzo sobre ella. Su grito resuena directamente en mi ya endurecido miembro mientr