Epílogo
COLINA
Seis meses después…
«¿A dónde vamos?», pregunto por octava vez. Había estado ocupada terminando los últimos detalles en el decimoquinto Bar La Lupa. Sí, el número quince… fueron un éxito. Despegaron tan rápido que ni siquiera sabía qué hacer. Supongo que ahora yo también soy rica. No es que a ellos les importe, todavía me miman como si quisieran compensar una vida entera de abandono.
Y yo, por supuesto, se los permito.
Los últimos seis meses han sido un torbellino. Nos mudamos a nuestra casa hace un par de meses, y aún no está del todo terminada, pero está jodidamente cerca. La amo, despertarme allí cada día y desayunar con mis hombres. Salvatore sigue ocupadísimo con el trabajo y dirigiendo la ciudad. Rafaele tiene ya tres gimnasios nuevos, y pasa la mayor parte de sus días ayudando a niños desfavorecidos y de la calle a encontrar nuevas oportunidades y salir de vidas difíciles.
Dimitri… bueno, Dimitri es Dimitri. Pasa sus días inventando nuevos juguetes de tortura par