Al final del día, Adrián no logró obtener una respuesta de Sebastián.
El hombre parecía haber perdido interés en todo. Estuvo tumbado en aquella silla durante todo el día, hasta que la brisa nocturna resultó demasiado fría para estar sin camisa. La cena fue en el gran salón, un bufé elegante. Pero él no apareció hasta que se habían terminado la mayoría de los platos, momento en el que se sentó en un rincón apenas probando bocado.
Scarlett lo sabía porque había presenciado todo aquello. Adrián les impidió marcharse después de la cena, alegando que estaba interesado en el espectáculo de jazz posterior. Scarlett no se había dado cuenta de que en realidad, él estaba esperando a Sebastián, hasta que Aurora lo señaló.
—¡Adrián! —Siseó Aurora cuando vio a Sebastián—. ¿Hablas en serio? ¿Los quieres juntar? ¡¿Después de todo lo que ha pasado?!
Miró de reojo a Scarlett, quien bajó la mirada, manteniéndose al margen de la conversación.
Sebastián ya no estaba ayudando a Ava, o al menos no lo hizo