Sebastián no quiere hacerlo.
—Sé sobre sus episodios —pronuncia estas palabras entre dientes apretados. Había contactado con el equipo médico de Scarlett cuando ella estaba en el centro, pero lo único que sabía era que Scarlett no podía manejar ninguna emoción fuerte por ahora.
—Sé que lo sabes —Silco ríe despreocupadamente—. Fui yo quien les dijo que te dejaran entrar. ¿De qué otra forma crees que podrías acceder a MI gente?
Sebastián frunce el ceño porque no quiere parecer demasiado sorprendido. La verdad es que SÍ está sorprendido. No pudo conseguir mucha más información sin importar cuánto ofreciera, y hasta hoy, pensaba que el equipo médico solo estaba siendo leal a su juramento como médicos.
Solo ahora se da cuenta: este hombre ha estado controlándolo todo. A regañadientes, Sebastián tiene que admitir su derrota:
—Por favor, dime qué necesita.
Silco suelta un resoplido frío, dejando claro que no está complacido:
—¿Sabes qué es el TPD?
Sebastián asiente. Había esperado que ese fue