Al cerrar la puerta tras ellos, Scott incluso echó un vistazo hacia afuera. Sabía a quién estaba evitando Scarlett, y aparentemente, le resultaba divertido.
—¿No te agrada ese hombre? —Scott le sonrió, señalando con la cabeza hacia la puerta que los separaba de Elijah Green.
—¡¿Qué haces aquí?! —exclamó Scarlett, arrepintiéndose de haberlo seguido. No le habría permitido arrastrarla hasta aquí si no la hubiera tomado por sorpresa.
Claro que no quería hablar con ese hombre, pero su plan era alejarse como si no se hubiera dado cuenta de las intenciones de Elijah Green. La maniobra de Scott lo había hecho demasiado obvio, como si estuviera huyendo, lo cual no era precisamente lo más educado.
—El deber llama —sonrió Scott, sin entrar en detalles—. Hace tiempo que no te veía. ¿Dónde has estado?
Scarlett arqueó las cejas; todo el mundo sabía que había estado en prisión y que acababa de regresar recientemente. Pero después de la sorpresa inicial, le resultó difícil detectar alguna mala intenc