Uff. Scarlett suelta una risa seca junto al chico soleado. Eso suena como una buena idea, excepto que ella estaba en prisión cuando ocurrió, y no era precisamente un lugar donde tuviera libertad para comunicarse.
—Bueno, no me dijiste que querrías saberlo —intenta Scarlett quitarle importancia, pero Scott no se lo permite.
—Por supuesto que querría saberlo —dice él, y de repente la burla ligera en sus ojos es reemplazada por seriedad—. Para poder cortejarte como es debido.
Scarlett abre la boca, solo para volver a cerrarla.
Quiere soltar alguna broma, pero no lo consigue cuando ve la cara seria de Scott. ¿Cómo demonios debería responder a semejante frase? ¡Apenas lo conocía para empezar! Sin mencionar que no está en posición de tener una relación seria. Apenas puede mantener su estado mental bajo control, mucho menos dedicar ese tipo de emoción a otra persona.
—Hmmm... —Scarlett intenta reiniciar su cerebro.
—¿Todavía lo amas, verdad? —Scott se levanta, acercándose lentamente hasta que