A las 12.15 del mediodía Pablo llegó al restaurante acompañado de Dante. Pablo observó el desempeño del personal y pensó en hormigas trabajadoras y organizadas en su colonia por su reina, Elena sin duda parecía una reina, la vio al otro lado del restaurante, regía y orgullosa en su colonia. Esta hablaba con un hombre mayor con traje de mozo, en eso como si Elena hubiera sentido su mirada, le regaló una pequeña sonrisa y un asentimiento con la cabeza, Pablo le correspondió asintiendo de igual manera.
— ¿Ya habrá llegado tu tío?
— No lo sé, ya Elena nos dirá.
— Bienvenidos al Välsmakande caballeros, pasen adelante.
— Buenas tardes Elena, ¿Mi tío ya llegó?
— No… y no sé si vendrá hoy, pero vengan los llevó a una mesa para que almuercen.
Los dos hombres la siguieron, Dante miró a Pablo interrogante, Pablo le hizo seña que no sabía, en realidad, ella no le había dicho que Bernhard estaría presente, él sólo lo asumió. Elena los ubicó en una mesa y le hizo señas