Capítulo 32. Encuentro inesperado
Capítulo 32.
Encuentro inesperado.
Amira escucha su grito de dolor y se paraliza; el coche se detiene antes de arrollarla. Los hombres del coche se bajan y Ahmed corre a su encuentro.
—¿AMAYA? —dice el hombre que se baja del coche, enfocado en esos ojos azules que no olvida jamás.
Ahmed llega justo a tiempo; Amira se desmaya del impacto, cayendo en sus brazos. Ahmed trata de reanimarla sin perder tiempo; la carga y la lleva al coche.
—Vamos, Saap, acelera, acelera. Amira, Amira, ¿qué has hecho, AMIRA? Dios, por favor, reacciona. Amira, Allah, perdóname, perdóname, mi amor, ¿cómo te atreves, mujer? ¿Cómo puedes hacerme esto?
Ahmed está destrozado, su mente está colapsada, en shock, apenas puede asimilar lo ocurrido; la abraza y llora como un niño pequeño, acariciando y abrazando a su mujer, toca su vientre con gran dolor, no se imagina lo que hubiera pasado, no podría vivir sin ella, no podría perderla, la ama con locura y cada decisión que ha tomado es un peso para él. Al l