Siento que estoy cerca de la victoria, por eso, le hago muecas al tonto hombre que no se da por vencido y para mi fortuna, no llama a algún otro lobo. Sin embargo, la amenaza continua, porque sigue lanzándome cosas.

— Seguramente es la primera vez que lo haces, ¿no es así? Ya sabes, fallar y ser inútil. — digo y él lanza su teléfono con tanta fuerza, que veo como una parte de la ventana se rompe.

‘Sí, finalmente sirvió de algo.’ Me digo mentalmente.

Ni siquiera espero que haga algo más, con esfuerzo, salto y me agarro de la ventana cortándome con los fragmentos que no cayeron completamente. Por lo que, me quejo del dolor, pero, no me suelto, si lo hago, podría caerme y todo mi esfuerzo habrá sido en vano.

— ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda! Esta tonta mujer se cree simio o malabarista. — dice el hombre lobo y yo me apresuro a avanzar.<