Sabía que mi suerte no iba a mejorar, porque ninguna vez que he intentado escapar ha resultado de forma satisfactoria. Sin embargo, no pensé que se me acabaría tan temprano y con una nueva cara que no identifico con las que he visto en el pasado.

‘¿En dónde demonios me encuentro?’ me pregunto mentalmente.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué me está usted buscando si no nos conocemos? — pregunto molesta.

— Sí, seguramente debes estar confundida porque no conocemos. Pero, me imagino que eso también sucede con el hombre del que estas preñada, ¿no es así?

— Lo que piense a usted no debe importarle. — digo con frialdad.

‘¿Cómo es que sabe que me encuentro confundida porque mis recuerdos no me ayudan a saber dónde estoy?’ me pregunto mentalmente.

Este hombre es alguien demasiado sospechoso, por