37. ESTO ES TU CULPA
Lina, aprovechando la soledad de la zona, cruza la calle y visualiza a través de las ventanas, hacia el interior del hogar.
Rodea uno de los costados de la vivienda y mira adentro del cuarto de la pareja. Intenta entrar, pero como es de esperarse, todo está asegurado. Enfoca la vista en la cuna que está lista para recibir a la pequeña bebé y sonríe con malicia.
Ellos le arrebataron a su hijo, ese niño que ella robó, pero que llegó a apreciar como si hubiese salido de sus entrañas.
No ha tenido mucha información de Leonardito desde que tuvo que huir y sabiendo que debe esperar un poco más para su cometido,