- Más que lista - respondí entusiasmada.
Salimos de casa, un auto negro e imponente, esperaba afuera, miré a Ethan preguntándole silenciosamente si ese auto era para nosotros.
El simplemente asintió, acertando a mi pregunta, subimos a la parte trasera del auto, estaba a punto de preguntar por qué habíamos subido allí, cuando vi a un tío no muy mayor pero tampoco muy joven que sonreía desde el asiento del piloto, miré a Ethan y alcé mi ceja, el rio bajo y le dijo al tío.
- Miles, a la sexta con quinta de la calle Parks -
Miré asombrada y me acerqué a su oreja preguntándole
- ¿Acaso tienes un chofer? -
Él sonrió luego de poner sus ojos en blanco
- Contigo no se puede bonita, lo cuestionas todo, pero si, tenemos chofer por hoy,