—¿De verdad?
Los ojos de Lorena brillaron de inmediato, pero pronto se desanimó:
—Alguien tan impresionante como él, seguro que no se fijará en mí. No sé qué hace precisamente en nuestra universidad. ¿Será que viene a recoger a su novia?
Sofía en ese momento pensó en Marina. En la subasta anterior, Xavier la había defendido. ¿Podría ser que tuvieran alguna relación?
Efectivamente, Marina y Felipe salieron juntos del edificio Dos y se dirigieron de inmediato hacia el coche de Xavier. Xavier, además, muy amable le abrió la puerta del coche a Marina.
Esta escena dejó a Lorena boquiabierta:
—¿No es esa la que quería robarte a tu novio? ¿Por qué se sube al coche de otro hombre? ¿De verdad conoce a este señor Duarte? No puede ser realmente...
Sofía, observando con curiosidad la escena, no pudo evitar sentir algo de envidia. ¿Por qué siempre había hombres rodeando a Marina?
Dentro del coche, Felipe asumió naturalmente el rol de conductor.
—¿Me llamaste con tanta urgencia porque ya descubris