La fortaleza Vorlak había recuperado su calma exterior, pero dentro de cada portador, una sensación de inquietud persistía. Ciel sabía que la sombra no se conformaría con ataques físicos ni ilusiones combinadas; ahora apuntaba directamente a la mente y a los secretos más profundos de cada uno.
—Prepárense —dijo Ciel, mirando a Ian, Jordan y los portadores jóvenes—. Esto será diferente. La sombra intentará dividirnos desde dentro. Necesitamos mantenernos conectados y anclados a nuestros recuerdos verdaderos.
Antes de que pudieran reaccionar, un soplo de bruma verdosa se filtró en la sala, y cada portador fue envuelto en visiones personales.
Jordan vio su pasado distorsionado: momentos donde había fallado a quienes amaba, traiciones inventadas, y futuros donde sus errores eran irreparables.
Ian se encontró frente a Ciel atrapada en peligros imposibles, y cada decisión que tomaba parecía conducir a un desastre.
Los portadores jóvenes fueron golpeados por recuerdos de pérdidas irreales y