CAPÍTULO XVII. LA POSIBLE CANDIDATA
Anissa
Regresé al interior del salón sosteniendo la bandeja entre mis manos y caminado con la espalda recta, para mantener una postura adecuada.
También para evitar que se notase que me sentía un poco nerviosa.
A medida que avanzaba hacia la mesa que ocupaban Gael y el Rey Idris, comenzaba a cuestionarme si había sido una buena idea hacerle caso a Kelly. Especialmente, empecé a hacerlo desde el momento en que los ojos grises del Príncipe de Steiggad se fijaron en mí.
Lucía sumamente atractivo esa noche, con su abundante y ondulado cabello castaño peinado hacia un costado, el chaleco de color negro, sobre su camisa de la misma tonalidad, el cual tenía algunos detalles plateados, como los botones y las costuras en los hombros y el cuello. Su pantal&oacut