Mundo de ficçãoIniciar sessão。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
Nunca pensé que escribiría cartas de despedida a los veinticinco años. La idea parecía ridícula, melodramática incluso, y, sin embargo, ahí estaba yo, sentada frente al escritorio con una pila de hojas en blanco, la pluma temblándome en la mano y un nudo imposible en la garganta.
Una parte de mí rezaba por no necesitar jamás esas cartas. Otra, más realista y oscura, sabía que había grandes posibilidades de que no volviera.
Empecé por Marian.
“Si algo me pasa, cuida de Venus como si fuera tuya. Sé que ya lo haces, sé qué serías capaz de dar la vida por ella. Perdóname por dejarte sola, por poner esta carga en tus hombros. Yo sé







