Parte 2. Capítulo 3. El exilio
Javier caminaba por la orilla de un río junto a Albert, otro de los guerreros de la sociedad étnica portador del espíritu de la bestia.
Minutos antes habían sentido la presencia de un ente de poder en sus tierras y escucharon la confesión de varios testigos que habían visto a una figura fantasmagórica, como la de un felino, avanzando por la carretera en dirección a La Costa.
El grupo de los seis guerreros se dividió para recorrer la zona e investigar. Aún llovía. Desde hacía dos días eran afectados por una lluvia suave que no paraba y comenzaba a convertirse en una amenaza para los sembradíos de cacao.
—Siento su fuerza, pero no puedo determinar su ubicación —expresó Albert, y se inclinó en el suelo para apoyar una mano en la tierra lodosa intentando percibir alguna vibración.
Javier cerró los ojos y aspiró los aromas, esperaba captar fragancias diferentes que lo ayudaran a encontrar al extraño, pero nada le llegaba.
Creía que eso ocurría porque sus sentidos estaban siendo alterados p