—Así es, dé un vistazo, por favor. —Puedo pagarle más si esto es lo que necesita —agregó Alicia y también le guiñó el ojo a Miguel desde un ángulo que nadie más podía ver.
—Oh —respondió Miguel—. En realidad, la geomasía del lugar es excelente, pero un aura maligna invadió el lugar los últimos meses.
La expresión de Santiago sufrió un cambio drástico al escucharlo.
—¿Hay alguna manera de conocer la causa del problema o de resolverlo? —preguntó enseguida.
—Hay una forma de resolverlo y ya conozco la causa. Una niña maldita vino a su casa en los últimos meses. Lo único que tiene que hacer es encontrarla y echarla de aquí. Todo estará bien después de eso.
Alicia esbozó una sonrisa, pero se apresuró a ocultarla, y en su lugar, puso una expresión ansiosa y comentó:
—Entonces, ¿ese es el motivo? Por eso Ana de pronto hizo algo extremo, a pesar de que estuvo bien todo este tiempo.
Belén entendió lo que sucedía cuando escuchó lo que dijo. «No me extraña que Alicia contratara de pronto