—¿Por qué deberíamos hacerlo? Sacamos buenas calificaciones y nos ganamos nuestros asientos de manera justa. ¿Por qué deberíamos dejar que nos quiten el lugar?
—Tiene razón. ¡Esto no es justo, señor Burgos!
Rita apretó los puños y estuvo a punto de perder el control y quejarse como los demás, pero Eva la interrumpió.
—Señor Burgos, ¿aceptó algún soborno de Belén? — gritó ella—. ¿Por qué ella recibe un trato especial mientras que el resto de nosotros estamos obligados a cumplir las reglas?
Todos los alumnos, incluso Rita, se quedaron sorprendidos y miraron a Eva atónita.
«Valla… Eso fue demasiado directo y una total falta de respeto a Piero».
Al pensar en eso, Ritas se sintió contenta con el resultado. La ira de Eva haría que Piero fuera justo con los alumnos para proteger su reputación.
«Eso es, A menos que prefiera que lo despidan».
En el momento en que Rita pensó que Piero se retractaría de sus palabras, el hombre dijo algo indiferente.
—No estaba dándole ningún trato esp