Anais golpeaba el saco de boxeo con más fuerza que de costumbre, pateaba el mismo lugar sin descanso, los otro atrás, era con quien menos deseaba hablar.
- Vete a jugar con las barras...- ni lo miró.
Tom se colocó un guante de foco para que Anais le atacará.
- Siento lástima por el pobre saco, quien diría que esos brazos tan delicados pueden golpear tan fuerte.- se puso en frente con los guantes protegiendo su cara.
- Ya no soy la debilucha de antes.-
- ¿ Desde cuándo practicas kick boxing?-
- Hace 6 años.-
- ¿ Por algo en especial?-
- Quiero ser capaz de defenderme.-
- Ven! Golpea acá-
Tanto insistió que Anais le lanzó un golpe al guante tan fuerte que le hizo tambalear por lo inesperado.