Marco se quedó con esa última frase y se le cayó de las manos la cuchara con la que se servía fruta.
No giró su cabeza, miró un punto fijo, tomo la cuchara y volvió a su puesto. Tenía la certeza de que lo había visto, no volvería a mirarlo- Niño.. murmuró enojado.
Era verdad, que tenían una distancia entre su edad y la de él, pero no le hacía un niño, siempre de consideró bastante maduro para su edad.
Le había parecido un hombre encantado y amable cuando conversaron fuera de la biblioteca, esa imagen se le quebró en un instante al igual que sus esperanzas.
Ellos estaban en etapas de la vida diferentes, só lo o le veía como un Nino pequeño, fue un golpe a su ego.
Anais lo observó volver pálido, perdido en sus pensam