Marco la acogió ese día en su casa. Tanto Bruno como él, no creían las noticias. Era todo inesperado. Tom trató de contactarla a su celular en varias ocasiones pero Anais no contestó, sólo respondería las llamadas del abogado, si hablaba con él sólo le costaría más dejar su matrimonio atrás.
Luego de eso, pasaron 4 semanas, Anais, se había refugiado en su práctica en el servicio de urgencias del hospital público. Su enfermero supervisor era exigente y estaba en su último día, por lo que deseaba fuese un día memorable.
- Anais, debes salir a almorzar.- le informó Adam, su enfermero docente.- en ese tiempo usaba el cabello corto.
- Sólo me falta entregar este paciente al técnico y voy señor.-
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