Capítulo 8. Entre el miedo y el deseo.

Narrador omnisciente:

El amanecer en el castillo trajo consigo un ambiente pesado. La noticia de la emboscada en el bosque aún recorría los pasillos. Los guardias hablaban en voz baja, las sirvientas se miraban entre sí con inquietud, y todos esperaban las órdenes de la familia real. Sin embargo, en medio de esa tensión, Elías tenía un objetivo claro: hablar con sus padres.

Apenas entró en el salón principal, preguntó por ellos. No había dormido bien, las imágenes de Hugo herido y Clara atrapada entre el miedo seguían golpeándole la mente. Necesitaba contarle a su madre y a su padre lo que había sucedido. Sabía que el nombre de Henry no era un detalle menor. Tenía que advertirles de inmediato.

Alexander, fue quien lo detuvo en seco. Lo observó con calma cuando Elías exigió saber dónde estaban sus padres.

—No se encuentran en el castillo, Elías. Salieron ayer al amanecer hacia el territorio del oeste. Se reunirán con varios líderes de manadas