Capitulo 4

Al otro día... 

Me despierto por un dolor muy fuerte en el pecho, que tal es el punto de dolor que me retuerzo en la cama. Una vez que siento como se alivia el dolor en mi pecho me quedo pensando en que me paso. 

- Es el dolor del engaño - me dice apareciendo la mujer de negro. 

- No sabía que sus engaños me dolerían así - dije. 

- Te quedara una marca cada vez que pase lo mismo - me dice. 

- ¿En esto se va a resumir mi vida? - le pregunte. 

- No será así - me dice y en respuesta solo obtuvo un suspiro. 

- En unos días vendrán mis hijos a buscarte y te llevaran al castillo - me dice esta y yo inmediatamente apoyo los codos en la cama para observarla. 

- No pensaste que te dejaría aquí o ¿sí? - me pregunta. 

- Si lo pensé - le dije. 

- Por cierto, no escapes de aquí es más seguro que afuera para ti - me dice. 

Es lo último que me dijo antes de que ella desaparezca. No sé cómo va hacer para sacarme de este lugar, pero ya quiero que pase, no me gusta estar encerrada entre cuatro paredes sin poder hablar con alguien o de leer algo. No sé porque tengo tanta mala suerte y lo digo enserio, abecés siento que nunca podré llegar a tener lo que siempre desee solo consistía en tener a un hombre a mi lado que me quiera y con ello formal esa familia que tanto quiero tener. Pero bueno abecés creo que la vida me juega en contra a pesar que no le hice nada para que ella me hiciera pasar todo eso.

A la mujer de negro la veo desde que tengo cinco años, no tuve miedo ese día cuando la vi en mi cuarto gracias a mi ''padre'' quien se convertiría en mi peor enemigo, pero eso es otra historia para otro momento, en lo que seguía él me tomaba la mano en el momento en que la vi parada junto a la ventana de espaldas a mí. Con un vestido de color negro que se veía que era antiguo, en su cabeza llevaba un sombrero del mismo color que contenía un tul negro grueso ya que no se podía ver a través de su rostro. Sin pensar que ella se convertiría en mi amiga y en un futuro mi guía en esta oscuridad que me a carcome día tras día. 

Saliendo de esos pensamientos recuerdo al hombre que se parecía al estúpido de Alan, espero volverlo a ver así puedo sacarle algo de información de él y de eso de ser mates ya que el estúpido no me dejo ni procesar la información cuando ya se avía ido y ni fue capaz de volver hoy a ver si tenía alguna pregunta sobre el tema. Lo que me mata es que, si tuvo tiempo para revolcarse con la zorra, pero ni siquiera dio la cara para verme, sinceramente no se ni porque estoy llorando ni porque pienso en él no debería pensar en nada que tuviera que ver con el estúpido.

Cuando ya estuve calmada por fin, me seque las lágrimas con mis manos y me levante, observe la habitación y vi dos puertas entonces abrí la que estaba a mi derecha y encontré un baño precioso todo de echo de mármol blanco. Al ver esto no me resistí en darme una ducha en la bañera, pero antes decidí ir a ver que contenía atrás de la otra puerta y bueno yo creo que ya lo saben, pero lo diré de todas formas, encontré lo que es el vestuario y si yo le voy a decir así, así que no se quejen. Este contenía ropa que por cierto es muy linda de todo lo que vi solo tome un vaquero negro roto en la parte de adelante, una blusa de tirantes blanco y unos zapatos del mismo color, no voy a decir que ropa interior voy a usar ni lo sueñen. 

Una vez que tengo esto lo llevo hacia el baño y voy preparo la bañera, cuando ya está lista me desvisto y entro a esta. Se siente tan bien, siento que estoy en la gloria y espero que nadie venga a molestarme en mi momento de relajación. A los minutos siento como alguien grita en la habitación por lo cual decido abrir mis ojos que los tenía cerrados para ver hacia la puerta del baño y rezar para que no entre ni se acerque a mí. En un momento veo que la persona que está gritando abre la puerta de donde estoy sin importarle nada, ni siquiera golpeo. 

- Pero ¿Qué te pasa? - le dije enojada después de lo que hizo viene así de esta manera. 

- Pensé que te avías escapado - me dice mirando con una mirada devoradora. 

- Pues ya ves que no asique salte de aquí -le dije. 

Pasaron unos minutos en los que él seguía viéndome como si quisiera tirárseme encima, pero luego por fin se va cerrando la puerta detrás. Decido salir del relajante baño para así secarme y vestirme. Cuando estoy afuera lo veo sentado en la cama esperándome, me quedo viéndolo con mala cara reprochándole a través de esta su comportamiento de hace unos minutos, nos miramos mutuamente sin despejar la mirada del otro, pero ninguno dice nada parece que nos quisiéramos decir algo que ninguno se atreve decir en voz alta. En este momento no se si tirarle lo primero que tengo a mano porque en primer lugar tendré una horrible cicatriz por sus estupideces y segundo por su comportamiento tan estúpido a quien en su sano juicio entra sin tocar a la puerta del baño imagínate que estuviera haciendo mis necesidades que incomodo seria. 

– Se que no debí entrar así al baño mientras estabas en el no volverá a pasar - me dijo. 

- Debería disculparte por entrar de esa manera - le dije. 

- No me voy a disculpar por ver todo lo que vi - me dice mirándome de abajo hacia arriba. 

- Eres un estúpido - le dije indignada por lo que acaba de decir, sé que soy hermosa y que este es el cuerpo que todo hombre quisiera tener, pero no preciso que nadie me lo diga porque ya lo sé. 

- Bueno tampoco es así - me dice y lo quede mirando con una ceja alzada. 

- Hablo de tu cuerpo no tiene muchas curvas - me dice. 

- Tu lo dices por envidia de este cuerpo - le dije señalándome y él se ríe. 

- Bueno a lo que venía quiero que salgamos a dar un paseo - me dice levantándose de su lugar. 

- No tengo ganas de ir otro día será - dije para caminar hacia el otro lado de la cama y acostarme boca arriba. 

- Creo que no quedo claro que vas a ir si o si - me dice y yo niego con la cabeza. 

Por lo cual me tomo del brazo y me hizo sentarme, me miro con una cara que transmitía que me haría la vida imposible si no iba. Una vez que salimos de la habitación caminamos por un pasillo largo, luego bajamos las escaleras de madera y lo primero que vi fue a una mujer voluptuosa sentada en un sofá y cuando ve a Alan se tira a sus brazos. En ese momento no sabía si irme por donde venia o quedarme, cuando estoy por irme él la separa para decirle algo y esta me mira matándome con la mirada. 

- Debo salir un momento con ella y luego vuelvo - le dice. 

- Me dijiste que estarías conmigo hoy - le dice esta. 

- No puedo - le dijo. 

- Lo podemos dejar para otro día - les dije y la chica me mira y sonríe. 

- Ves ella dijo que puede dejar lo que iban hacer hoy - le dice. 

Pero antes de que él me diga algo vuelvo a la habitación sin decir nada y decepcionándome de él cada vez más, sin saber que alguien más en un futuro me esperaba y con él mi destino. 

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