Punto de Vista de Elara Vane
—¡Para alguien que constantemente se rebela, alguien que le falta el respeto a su propia familia, avergüenza su linaje y arrastra el nombre de su manada por el fango, tienes muchísimo que decir sobre la mía! —tronó Don Diego.
Jadeé.
Cora sonrió con suficiencia.
Lyra se encogió.
—Papá...
Kaelen, por primera vez desde que llegamos, se puso visiblemente rígido.
—No me sorprendería si Elara ya está siguiendo tus pasos —se burló mi padre—. Si ya está aprendiendo de ti, aprendiendo a deshonrarme.
Todos fuimos tomados tan por sorpresa que ningún sonido se nos escapó. Nadie esperaba que Don Diego faltara al respeto tan voluntariamente a un Beta, sin mencionar al Beta de la Manada.
Kaelen exhaló lentamente y vi sus manos cerrándose en puños a sus costados.
Por primera vez esta noche, no tenía nada que decir.
¿Y yo? Nunca había odiado tanto a mi padre.
No por lo que me estaba diciendo a mí, no, estaba acostumbrada a eso.
Sino por lo que le estaba dicien