Logan.

Tres sujetos vienen entrando con un vaso de café en las manos. Se ven como personas comunes, que verías en la calle e ignorarías, porque el disfraz que portan es tan efectivo que un tipo con lentes como el de la derecha, pasaría fácilmente como una rata de biblioteca.

Esperar que no vengan a la pocilga en la que estoy es un sueño muy lejano, porque es la primera que recibe la daga que cargan en los ojos. Maldigo para mis adentros, todo por culpa de la desaparición de uno de sus colaboradores. Maldit@ mierd@. Hasta para eso es un estorbo Zuwen.

—Comisionado— saluda el tipo de cabello rubio que observa el entorno. —Nos volvemos a ver las caras, ¿alguna novedad?

—Aquí no vas a encontrar pistas de Zuwen, Bermejo— contesto apoyando la espalda. Su risa no se hace esperar.

—Ese es el trabajo de Ponté— señala al tipo de lentes. —El mío se reduce a tí.

«Otra vez este imbécil sobre mí».

—Sonará repetitivo, sin embargo, te aseguro que no es contra tí— observa a Rhett. —Al contrario, b