Capítulo 61.
Evelyn.
Me estira la mano, pero mis brazos la atrapan, elevándola y casi estrujándola. Mi corazón rueda entre esos "pum" grotescos mientras entro a la casa.
—Me ahogas— se queja Aihnoa con la barbilla en mi hombro, mientras juega con mi pelo.
—Lo lamento, mi cielo— aflojo un poco la presión y sigo hasta la sala de estilo tradicional. Con pocos elementos para alguien de nuestra estirpe, pero siempre manteniéndose en el rango que no debe recalcarse para saber a donde pertenecemos.
Mis tacones son lo único que escucho, mientras mi pantalón blanco es lo único que me recuerda que soy quien avanza.
—Evy— la voz de la reina me frena, presiono a mi hija, la cual siento detener soltarme el pelo.
Me giro con cuidado hacia ella, hasta ver a la mujer de vestido rosa que da un paso lento, como si temiera que me desvanezca.
La reina da un paso, luego otro. Ese mismo perfume que impregnaba los pasillos de mi infancia, ahora me golpea con el recuerdo de su mirada furiosa de hace años. El recuerdo