Capítulo 122.
Narrador Omnisciente.
Una ráfaga imposible de seguir a simple vista los recibe; una tormenta de balas que arranca trozos de acero de los marcos, hace estallar los paneles del techo al primer segundo. Los primeros hombres tras los escudos caen envueltos en sangre, los cuerpos giran sobre sí mismos, lanzando sangre contra las paredes, siendo destrozados por los agentes que se niegan a dejarlos entrar.
Los proyectiles impactan en los escudos con la fuerza de una avalancha mortal que hace vibrar el metal, doblándolo, se abre en grietas incandescentes. Detrás, los hombres de Merle se refugian, apretando los dientes, viendo cómo las chispas iluminan los rostros tensos. Uno de ellos intenta avanzar, pero una bala le atraviesa el cuello y lo lanza hacia atrás, dejando una estela roja que marca el suelo.
—¡Granadas ya! —ruge alguien.
El sonido de los pasadores saltando corta el rugido de las armas al darse cuenta de que los van a aniquilar si están cerca. Los cuerpos se encorvan, los escudos s