Capítulo 104.
Logan.
Fletcher suelta una risotada seca.
—¿Ven? Pizzería y abuelitas de pueblo. Mi fuente nunca falla.
Lo ignoro. Mi mirada sigue fija en la puta mansión iluminada en sombras.
—Bloodhound —me llama Ives desde la línea de retaguardia, voz baja pero firme—. Si vamos a entrar, es ahora. La marea sube en treinta y cinco minutos, después no hay ángulo por el canal.
El silencio pesa unos segundos, sólo roto por el golpeteo del agua contra los remos de los “hijos” que siguen actuando su papel de turistas.
—Stroud, tú y Seekel fijan primera línea por el muelle, usen el vertedero de basura como vertedero de C-4 y control en mis manos de inmediato. Revenant, cortas vigilancia aérea —coordino mientras coloco el protector en mis ojos—. Quiero ese dron en el agua antes de que levante vuelo y el tuyo en movimiento enseguida— el tipo asiente—. Mason, tu entrada sigue siendo el agua, pero quiero tus manos listas para lo que venga después —me muevo en el agua profunda—. Keeley y Fletcher, distracci