Capítulo 31. Bello durmiente
Capítulo 31. Bello durmiente
Ivanna Linares Flores
León, Guanajuato, México
Cris había caído rendido después de la caminada que dimos y más aún porque se había lastimado los pies trayendo puestos los duros zapatos de vestir, aun cuando a este tipo de viajes se viene con zapatos deportivos para más comodidad. Me quedé mirándolo hipnotizada, como si fuera el primer novio que he tenido y en cierta forma sí que era la primera relación que se podía definir como es.
Él tenía todo lo que me gustaba mucho en alguien y mientras lo miraba dormir, él se despertó un poco sobresaltado, creo que con mi escrutinio lo desperté de su sueño profundo, me había quedado hipnotizada viendo lo lindo que se veía.
–Hola, amor – Me dijo más dormido que despierto – Lo siento, Ivanna. No me quería dormir, te lo juro que no.
No había de que disculparse, si se había cansado más que los demás, le había afectado mucho el haber traído ese tipo de zapatos y lo había dejado descansar, no había sido su culpa al quedarse