Por Carolina
Mi equipo me abrazó en cuanto llegué.
-Yo sabía que era mala idea que vayas sola.
Me dice uno de los más veteranos.
-Me llamó para entretenerme...
Les conté muy por arriba, el juicio por la tenencia de las nenas, el robo de las joyas, el intento de asesinar a Brenda y a mí y que Jorge terminó abatido prácticamente en la puerta de mi casa y que las niñas, al igual que Andrea, se salvaron de milagro, porque los delincuentes se confundieron sobre el horario de las pequeñas.
-Caro, cuanto que pasaste.
Me dijo uno de los abogados.
-Sí, pero las niñas la pasaron peor... gente, hay que terminar un alegato.
Asintieron y estaban trabajando sobre ese alegato, solo al rato yo seguí hablando.
-No volví a mi casa desde ayer, por las pericias policiales porque se podría comprometer la evidencia.
-Caro, decinos si necesitás algo.
Asentí con la cabeza.
No podía seguir hablando del tema sin ponerme a llorar.
Nadie me preguntó donde pasé la noche.
-Hola Caro ¿Cómo estás?
Dice Omar entrand