Capítulo 8
Al día siguiente, Érica tarda más de lo normal en despertarse, porque pasó toda la noche deseando cierto vaquero.
A las nueve de la mañana, encuentra a Lucinda en la cocina comenzando a preparar el almuerzo.
"Lo siento, perdí el tiempo de café", dice Erica.
- Está bien, querida. Siente que hay café en la botella, pan y pan de queso en la mesa debajo de la tela.
"Gracias", dice mientras se sentaba.
Cassio entra a tomar un sorbo de café, el momento en que se ven a sí mismos es como si el tiempo se hubiera detenido. Érica es el primero en decir:
- Buenos días, Sr. Durant.
- ¡Buen día! - Dice perturbado y se va sin tomar el café.
- ¿Qué fue eso? Lucinda preguntó la actitud del jefe. "¿Sabes una cosa, querida?" Sospecho que te metas con él. Él era incómodamente torpemente para verte.
- Imagínese, creo que no.
"Conozco a mi hijo desde hace años, es diferente desde que llegaste".
Dicho ingresa a la cocina de Sherry:
- Hola, mi maravillosa diosa. -Says referiéndose a Lucinda. - ¿Qu