Davison se acercó a la pareja mientras llamaba a la chica.
—¡Evie, Evie, por favor! —suplicó.
La joven volteó a verle, sorprendida.
—Evie, por favor, vamos a hablar, podemos arreglar las cosas —dijo.
—Aléjate —advirtió Adam y tomó de la mano a Evie—. Vamos, ya has tenido suficiente de este espectáculo.
—¿Es por él por quien no quieres volver conmigo? —preguntó Davison dolido.
—No, no es por él, es porque así lo decidí y espero que respetes mi decisión —dijo Evie con tono seco—. Adiós, espero no volver a saber más de ti.
Entonces, la pareja se marchó, dejando al hombre desdichado en medio de la larga calle.
Evie creía que después de aquel encuentro no volvería a saber más de Davison, pero estaba muy e