Capítulo XXXIX
La batalla interior. Parte IV
(La Leyenda de la Profecía, El canto al Mundo, La Oda al Universo)
“…Un mago cuyos únicos compañeros elementales serán solo una bestia de enormes magnitudes físicas capaz de hacer temblar a cualquiera que le vea, tanto por su fiereza como por su coraje, mientras que el otro sería un animal que por su conocimiento sería el más sabio del universo, tan sabio que será él quien le enseñe la majestuosidad del universo al mago, aquel mago que sea capaz de detener el tiempo mismo, que sea capaz de congelar el océano con solo pensarlo, aquel mago que sea capaz de hacer polvo a un ejército con tan solo una palabra, será el mago que llevará al mundo a una nueva época, cuando las guerras sean absurdas, cuando los tiempos sean de codicia de poder y de riquezas este mago vendrá, del lugar de donde menos se le imagina ningún ser vivo, el mago que logrará hablar con los árboles, el mago que le devolverá la gloria a un viejo rei