—Ja… ¿alguien que quiera amenazarme en esta casa llena de mafiosos? No lo sé, Seth, como todos son unos angelitos…
—Muy graciosa, pero no hay tiempo para tu sarcasmo. —Seth rodó los ojos—. Habló en serio, si sientes que alguien alguna vez fue grosero, agresivo o amenazante… dime, y no es que lo tomaremos como el culpable, pero necesito saber, esto fue un trabajo interno y no tendría mucho sentido que fuera alguien que nunca te haz cruzado.
Ameline frunció el ceño.
—Pues… sabes que Emma me trató mal en su momento, yo te lo dije en el mismo instante que sucedió, aunque últimamente hemos estado… conviviendo, más o menos, y me pidió disculpas, pero tampoco es que confié en ella, para ser honesta.
—De hecho, ya investigue a Emma, justamente porque me dijiste de tu problema con ella, pero tiene una coartada. Resulta que estaba en el gimnasio con varios otros guardias de seguridad, las cámaras también la vieron. Así que no pudo ser ella…
—Yo también la vi, yo también estaba en el gimna