Ameline miro a Prissy, que estaba a su lado con su vestido amarillo brillante, sonriendo con entusiasmo, sus ojos brillando mientras miraba a sus amigas tomar el control de la situación.
Clara, con su vestido morado que destellaba bajo las luces de la cafetería, dejó el celular de Ameline en la mesa y sacó el suyo propio, sus uñas perfectamente manicuredas tecleando con velocidad.
—Ok, chicas, esto es una misión de las top —dijo, su voz seria pero con un filo travieso—. Si vamos a darle una lección a este tipo, necesitamos saber todo sobre él. Absolutamente todo.
Laura, en jeans y una blusa blanca, ya estaba deslizando su dedo por la pantalla de su celular, sus ojos entrecerrados con concentración.
—Voy a buscar en la sección de noticias —dijo, su tono decidido mientras abría un navegador—. Si es un heredero de farmacéuticas, seguro aparece en más de un artículo sensacionalista.
Rachel, con su top rojo y una sonrisa que prometía problemas, sacó una libreta pequeña de su bolso, garab