Capítulo 56. ¿Es su compañera destinada?
Durante todo el día, Aria apenas pronuncia palabra. Solo intercambia algunas frases con Néstor, quien viene a verla y nota en su mirada una mezcla peligrosa de tristeza contenida y determinación. Ella ya tomó una decisión, y aunque no la verbaliza, su silencio es más elocuente que cualquier discurso.
Durante el almuerzo, a través de su hermana, Aria le comunica a Kael que Nala vendrá. No le pide permiso. No le da opción. Solo le informa. Kael no dice nada al respecto, lo cual sorprende a Aria. Esperaba obstáculos, preguntas, algún intento por detenerla, pero todo lo que recibe es un seco asentimiento. Silencio. Aprobación disfrazada de indiferencia.
Cuando el sol comienza a ocultarse tras los bosques que rodean la comunidad, el auto de Nala llega finalmente.
Aria está en la entrada, esperándola. La ve descender del vehículo con paso firme y sonrisa cansada, y corre hacia ella sin pensarlo. Se abrazan con fuerza, como si el mundo entero se hubiera detenido solo para que ese reencuentro