Con la ayuda de Marta Gómez, la investigación se aceleró. Marta no solo proporcionó registros de tráfico de datos, sino también la identidad de un analista de datos sénior en Synapse Data, Óscar Vega, que había sido despedido recientemente por Brandt. Vega tenía un profundo sentido del desamor por su antiguo jefe y se había llevado consigo un fragmento de código crucial.

Alana y Julián Whitethorn se reunieron con Vega en secreto en una cafetería discreta. Vega era un joven programador, brillante pero cínico, que describió la cultura tóxica de poder de Brandt. "Brandt no se ensucia las manos con dinero en efectivo. Su poder es el código. Él creó una backdoor legal en el sistema de donaciones de campaña. El dinero de la fundación offshore no entra como donación; entra como 'compra de paquetes de datos' para mejorar el algoritmo. Es legalmente ambiguo, pero la cantidad es astronómica, y el origen es Rusia," reveló Vega, con un temblor en la voz al pronunciar el nombre del país.

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